Artículo del nuevo vino Sede e Fame de Virgen del Galir, escrito por la periodista Laura S. Lara de Cocinillas, El Español.
«La sede (sed) y la fame (hambre) representan la búsqueda de la felicidad espiritual. Pero este vino de Virgen del Galir en Ourense aporta otro tipo de felicidad».
- Nombre: Sede e Fame
- Bodega: Virgen del Galir
- Añada: 2019
- Tipo de vino: Blanco con crianza
- Variedad: Palomino
- Región (D. O.): D. O. Valdeorras
- Alcohol: 11.6 % Vol
- Formato: 750 ml
- Crianza: 24 meses en ánfora y bota
- Cata: Afilado, con buena acidez y mineralidad salina
Hay un refrán que dice que «ningún vino puede ser malo porque fue el primer milagro de Cristo». Un dicho que en Éntoma, un pequeño pueblo del Val do Galir en Ourense, cobra especial sentido por la vinculación eclesiástica de la bodega Virgen del Galir y el carácter místico de sus vinos. Las laderas de estas tierras han cultivado vino desde la época de los romanos. Por eso, la filosofía de esta adega de la D.O. Valdeorras, que forma parte de la familia CVNE desde 2018, se basa en la elaboración de vinos que reflejen los valores de la tierra y el respeto a las tradiciones locales, empezando por su nombre, que es un homenaje a la Virgen del Galir, la protectora de los viñedos de la comarca.
Elaboran siete vinos de villa, Gran Crus atlánticos, complejos y frescos, en los que se aprecia la herencia romana de sus parajes. Con una producción diferente para cada uno de ellos que perfila su carácter único, y la ayuda de un equipo joven y dinámico con una fuerte vinculación al entorno y la tradición del lugar, liderado por Miguel Tienda y el enólogo Jorge Navascués. «Cultivamos más de 40 hectáreas de viñedo propio en dos pueblos de la zona: Éntoma y Las Ermitas. Aunque ambos se encuentran en Valdeorras, se trata de viñedos muy distintos que combinan suelos de granito y pizarra y con características muy variadas», aseguran.
Para Sede e Fame, un blanco elaborado con uva palomino cultivada en Virgen del Galir y con una crianza de 24 meses en ánfora de barro y bota, se utilizan cepas viejas de cuatro pequeñas parcelas localizadas en el paraje As Ermitas. Un viñedo en bancales de piedra de primeros del siglo XX, a 750 metros de altitud, con orientación sur/este. «La palomino es una variedad que históricamente se ha cultivado en la zona y que se ha adaptado a la perfección al terruño».
La viticultura se realiza de manera sostenible. Se hace un prensado manual de los racimos enteros y la fermentación espontánea tiene lugar en ánfora de barro y bota. Después, el vino descansa durante 24 meses en estos formatos hasta su embotellado. «Sede e Fame es nuestro homenaje al santuario de la Orden de los Carismáticos de las Ermitas, íntimamente ligado a la historia de la bodega, que de hecho puede verse desde el viñedo. Desde allí se vislumbran las dos caras en su fachada: Sede e Fame (sed y hambre), que simbolizan la búsqueda de la felicidad espiritual. Creemos que nuestro vino da otro tipo de felicidad».
Maridajes recomendados para Sede y Fame
Lo cierto es que el color de este palomino ya transmite una sensación placentera. Algo que se despierta en nariz, con aromas balsámicos y de roca húmeda. En boca, Sede y Fame es tímido al principio, pero muy elegante, la antítesis de un blanco exuberante y exagerado. En boca sorprende una acidez afilada, que se une a una mineralidad salina extraída del suelo que le otorga personalidad y carácter.
Todo ello hace que sea un buen compañero para diferentes comidas. Empezando por pescados ahumados como salmón, bacalao, atún o esturión, alimentos difíciles de maridar como los espárragos verdes, y siguiendo por quesos curados, risottos o carnes blancas como el pollo al curry, ya que admite especialmente bien las especias.
Recetas para acompañar este blanco de Valdeorras